jueves, 3 de noviembre de 2011


El retrato de la joven de la perla ha sido mi primera decisión, por ser una de las grandes obras maestras del barroco, en ella no solo se puede apreciar la imagen de tan bella dama, sino la limpieza de la pincelada, magnífico contraste de la luz tan pura que dibuja y a la vez distorsiona el rostro de la joven. A su vez muestra un dominio de la técnica pictórica en el momento en que la precisión aparece en escena dando volumen a tan magnífica perla, que da nombre a esta obra, y es comparada con la belleza de la modelo.




En primer lugar diré que he elegido esta fotografía por ser un fragmento del paisaje que envuelve mi pueblo, Enguera. En el se puede apreciar los matices de los verdes, y tan solo si entornamos los ojos apreciamos la composición de los diferentes amarillos y azules que conforman estos “verdes”, en groso modo podemos extraer la técnica del “esfumatto” que puso en práctica Leonardo, que consistía en pintar en gama de grises aquello que se va alejando desde nuestra perspectiva.


En la siguiente imagen tomada en el Palacio del Marqués de Dos Aguas, en la que se quiere remarcar la escalera. En ella y su desembarco podemos encontrar innumerables elementos de mármol, puesto que es un material muy noble y utilizado por la aristocracia de la época. Gracias a los tonos claros que rodean a la escalera se puede apreciar un mejor entendimiento de la luz que proviene de los ventanales. En el desembarco de la escalera se puede decir que hay un acercamiento hacia el estilo neoclásico puesto que intenta recuperar elementos romanos como las estatuas.


1 comentario:

  1. Me ha gustado mucho la fotografía de Enguera. Lo cierto es que deberé volver. Hace mucho que no la visito. La del Palacio es un buen recuerdo de nuestra visita. Sin embargo, no he entendido lo del retrato de Vermeer.

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