Velázquez representa con realismo al general Spínola, y caracteriza individualmente los rostros de los soldados, tratados como retratos. Los dos protagonistas están en el centro de la escena y más parecen dialogar como amigos que como enemigos. Justino de Nassau aparece con las hace ademán de arrodillarse, lo cual es impedido por Spínola que le impide humillarse. En este sentido, es una ruptura con la tradicional representación del héroe militar, que solía representarse erguido sobre el derrotado, humillándolo. Igualmente se aleja del hieratismo que dominaban los cuadros de batallas.
En este caso, los que se fijaron en este cuadro para hacer publicidad fueron los de CEPSA, que meses antes del Mundial de 2010 hicieron este anuncio, tratando de contagiar a los españoles y hacernos creer que podíamos ganarlo. Además adivinando de forma sorprendente que los españoles ganarían la batalla contra los holandeses, como así ocurrió en la final del Mundial.
Este es el anuncio previo al campeonato donde pone "El mundo puede volver a ser nuestro" publicado el 23 de marzo de 2010.
Y este es el anuncio publicado después de que ganáramos el Mundial, dónde el lema que aparece ya es "El mundo vuelve a ser nuestro".
A mí me sorprende mucho el hecho de que los publicistas eligieran este cuadro, en el que se enfrentan holandeses y españoles, y que posteriormente ocurriera así en la realidad con mismo resultado, eso sí, en el campo del fútbol esta vez.
La verdad es que es una de esas casualidades que pasan muy de vez en cuando. Has hecho muy bien en explicar también algo de la pintura de Velázquez.
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